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La vida después de la coca

Familias campesinas empiezan un nuevo capítulo de seguridad y dignidad

Story by ACDI/VOCA Colombia 13 de February de 2018

En América del Sur, grupos indígenas consideran la planta de coca como un elemento sagrado, el cual se utiliza en rituales y curaciones tradicionales.

Para el Gobierno de los Estados Unidos, esta representa el origen de un problema de salud pública que aqueja a alrededor de 1.5 millones de personas.

En Colombia, la hoja de coca ha sido una alternativa de subsistencia económica para aproximadamente 74.500 familias campesinas.


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DESAFIANDO A LAS ESTADÍSTICAS

El deterioro vial y la falta de acceso a los mercados locales y nacionales han hecho que los cultivos tradicionales sean económicamente inviables para muchas comunidades rurales de Colombia. Además, los constantes enfrentamientos entre los grupos armados ilegales han hecho que llegar a las comunidades más aisladas sea difícil y peligroso para los programas del Estado.

Cifras de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito—UNODC y el Gobierno de Colombia, señalan que desde 2015 hubo un aumento de área cultivada con hoja de coca del 40%.

Desde que tenía 13 años, Fabián comenzó a trabajar como raspachín de cultivos de coca. Sin embargo, Fabián y su familia decidieron erradicar voluntariamente sus sembrados de hoja de coca y reemplazarlos por el cultivo de café.


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MOTIVACIONES DEL CAMBIO

Cuando le preguntan a Fabián, qué lo motivó a dejar el cultivo de coca y sembrar café, él explica que el fin no justifica los medios. “Los ingresos no justificaban el riesgo y la violencia que la producción de coca inevitablemente traía consigo”.

Pero sobre todo, Fabián dice que quiere vivir una vida que hubiera enorgullecido a su padre y a su hermano mayor, quienes le fueron arrebatados por la violencia de la década pasada.

Como el único hijo que le queda a su madre, siente el gran peso de garantizar la seguridad y la supervivencia de su familia.


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RECONCILIACIÓN: UNA PALABRA, MUCHOS SIGNIFICADOS

La palabra ‘reconciliación’ tiene múltiples significados para los colombianos.

Esta tiene un significado totalmente diferente para una persona nacida y criada en la ciudad, para alguien que ha vivido toda su vida en el campo y en medio del fuego cruzado, y para alguien que ha perdido a un ser querido por causa del conflicto armado.

“Para mí, ‘reconciliación’ significa ver más programas estatales alcanzando a nuestras familias. Nunca va a haber paz en el campo si los campesinos no tienen alternativas reales a la coca. Estamos contribuyéndole a la reconciliación con nuestra voluntad por cambiar, pero no podemos solos” – Fabián Baquero


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la prueba de que sí es posible

A pesar de los grandes obstáculos de la reducción de la producción de coca en Colombia una cuestión crítica para el éxito de los Acuerdos de PazFabián y sus vecinos son la prueba de que sí es posible. Con cada plántula sembrada, ellos confirman que la paz es alcanzable y que la reconciliación es cuestión de acción.

“Hace unos años, ganarse la vida con algo que no fuera la coca era imposible. Por primera vez, sentimos que es posible” – Fabián Baquero


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SOBRE LA HISTORIA

En alianza con Prosperidad Social y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional—USAID, ACDI/VOCA está implementando el programa nacional Familias en Su Tierra—FEST para promover la construcción de confianza en las comunidades que han sufrido años de violencia. Este abordaje reconciliador al desarrollo rural permite que las comunidades fortalezcan el tejido social roto a través del diálogo y la construcción colectiva de memoria. Además, promueve cambios positivos en las percepciones y las actitudes frente al proceso de reconciliación.

A través de una intervención directa, FEST mejora las condiciones de habitabilidad, seguridad alimentaria y fomenta las iniciativas productivas y económicas sostenibles. Como participante del programa, Fabián compró una máquina despulpadora para no tener que pedir prestada la de su vecino, quien vive a una hora de camino. Además, el programa brinda asistencia técnica en el fortalecimiento de cadenas de valor, incluyendo mejoras en producción, calidad y administración financiera.

A nivel nacional, FEST ha ayudado a 9.200 familias desplazadas de Antioquia, Meta y Putumayo, que están en proceso de retorno o reubicación a garantizar la oportunidad de comenzar de nuevo y establecer medios de subsistencia sostenibles en sus territorios.



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Footnote: Fotos de Katherine Ko, ACDI/VOCA
Vistahermosa, Meta, Colombia